El poeta George Santayana afirmó que “la familia es una de las obras maestras de la naturaleza”, y hoy queremos dedicar estas líneas a una persona que va a dejar huella en nuestra compañía.
Hoy rendimos homenaje en nuestro blog a Mercedes Pérez Martín, encargada de comedor de Secoe, que se jubilará a final de curso.
Esta sevillana (Lora del Río, 1954) ha sido y es una madre para los alumnos de este colegio madrileño. Mercedes llegó a la capital con tan solo dieciocho años y, desde entonces, no ha parado de luchar para ser la gran mujer que hoy es.
Tras inundar de alegría durante veinticinco años la empresa Makro (donde conoció a su marido) y regalar sonrisas a las personas que por ella pasaban, esta esposa, madre y abuela decidió sacarse el graduado escolar y el título de jardín de infancia. Hay decisiones que marcan caminos, y gracias a ello Mercedes llega a la vida de Secoe y del CEIP José Bergamín en febrero del año noventa y siete, fraguándose un idilio que perdura hasta hoy.
Son ya veintidós largos años de dedicación plena a los niños, que para ella “son lo más agradable del mundo entero. No mienten, eso es lo mejor que tienen”. Desde su puesto de encargada de comedor, como diría el cocinero francés Joël Robuchon, ella “no daba pan, repartía amor”, y es por ello que, durante todos estos años, son muchos los jóvenes y no tan jóvenes que se acercan a saludarla con pasión y absoluta devoción: “he visto crecer a muchos niños que ahora se pasan por el colegio para verme”.
Aunque su alegría andaluza le ha ayudado en su periplo, Mercedes destaca la labor humanitaria de nuestra presidenta, Trinidad Ponce, y su hija Beatriz: “me han tratado fenomenal y siempre han estado ahí para lo que he necesitado”. Recuerda un momento concreto y difícil en su vida, cuando su hija sufrió un accidente de coche: “el apoyo que recibí por parte de ellas no podría expresarlo con palabras”, y es que para ella Secoe es “lo mejor que he conocido en la vida” sintiendo que trabaja con su “segunda familia”.
Ahora Mercedes, llega el momento de dedicarte plenamente a brindar tu simpatía, alegría y sonrisas a tu marido, hijos y a tu pequeño nieto Daniel, de tan solo mes y medio, que aún no sabe lo afortunado que es teniendo a la gran abuela que tiene. Dices que “vas a echar muchísimo de menos a tus niños”, pero no te haces una idea de lo que tus niños, y esta, tu segunda familia, va a echarte de menos a ti. Dicen que “la familia es la patria del corazón”, y tú te llevas un pedacito de todos los que con tu saber estar has conquistado durante todos estos años.
Gracias Mercedes por tanto, tanto, tanto y recuerda que esta siempre será tu casa, por si algún día decides volver a regalarnos, de nuevo, tu cariño.
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